Las estrías son hendiduras o surcos que se forman debido a un estiramiento brusco de la piel. Pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque tienden a aparecer en muslos, glúteos, senos o caderas. En el caso de las conocidas estrías del embarazo, por supuesto las encontramos en el vientre.
¿Por qué aparecen las estrías?
Las estrías suelen formarse cuando la piel se ve sometida a cambios bruscos de longitud. Al verse estiradas en exceso, las fibras de elastina y colágeno que componen nuestra dermis acaban por romperse y, como el cuerpo no tiene tiempo suficiente para regenerarlas de manera natural, terminan dejando en la piel un rastro similar al de una cicatriz. Las estrías pueden afectar tanto a hombres como a mujeres, si bien son sobre todo estas últimas quienes tienden más a sufrirlas. De hecho, según El Sevier se calcula que «las mujeres en período de pubertad sufren una serie de cambios y trastornos hormonales pudiendo llegar a afectar al 58%», «en el embarazo, si no se toman medidas preventivas, las estrías aparecen entre el 75 y el 95% de las gestantes, siendo mayor en mujeres primíparas», así como en «mujeres sometidas a curas de adelgazamiento y, sobre todo, aquéllas que además padecen otros trastornos, como puede ser la celulitis».
El motivo de que sean ellas quienes las sufren más a menudo es el papel fundamental que en la aparición de las estrías suelen tener las hormonas, y sobre todo los elevados niveles de estrógenos. Eso explica también por qué las estrías son habituales en la pubertad o el embarazo, etapas éstas en las que junto a cambios hormonales hay un rápido crecimiento en la longitud de las fibras.
¿Estrías rojas o estrías blancas?
El aspecto de las estrías varía según el estadio de su aparición. Cuando son estrías recientes, tienden a mostrar un color rojo violáceo. Eso se debe a que hay una mayor llegada de sangre a la zona, motivo por el que puede que escuezan o piquen un poco.
Con el paso de los meses, las estrías van adquiriendo un color más blanquecino, nacarado, más bien propio de una cicatriz. Son las temidas estrías blancas, que tantas hemos sufrido después del embarazo y de las que, por desgracia, tan difícil resulta deshacerse.
Prevención de las estrías
Hasta aquí hemos visto por qué aparecen las estrías, pero ¿hay algún remedio o tratamiento efectivo para prevenirlas?
Desde luego, cuando se trata de estética y de salud, la prevención es siempre la mejor estrategia, y el caso de las estrías no es una excepción.
En ese sentido, hidratación y dieta son, una vez más, las mejores aliadas para tu piel. Procura siempre beber suficiente agua a lo largo del día, sobre todo ahora en verano, época en la que con el sudor tendemos a perder mayor cantidad de líquidos y minerales.
En cuanto a la alimentación, recuerda elegir alimentos ricos en vitaminas, en especial A, C y E, en ácidos grasos esenciales y también en minerales como el zinc o el silicio; estos últimos estimulan la formación de colágeno, favoreciendo así la capacidad de regeneración de la piel y evitando así que las estrías aparezcan.
Tratamiento de las estrías
Si se trata de tratarlas, nuestras probabilidades de éxito aumentan cuanto más incipiente sea el tipo de estría. Así, en el caso de las estrías rojas es más probable que logremos buenos resultados, ya sea para difuminarlas o incluso hacerlas desaparecer.
Una magnífica opción puede ser Bio Skin Oil de Kneipp, que contiene aceites naturales de cártamo, oliva y pomelo. La acción intensiva de sus aceites vegetales ayuda a regenerar la piel y mejorar el aspecto de estrías y cicatrices. Contiene aceites vegetales 100% naturales y es certificado como cosmético orgánico por NaTrue. Además su eficacia ha sido demostrada a través de varios estudios científicos.
Además, Bio Skin Oil de Kneipp es un gran aliado para prevenirlas antes de que aparezcan, en especial si la aplicas en la piel a lo largo del embarazo. Aportará a tu piel la hidratación que necesita para mantenerse siempre firme y elástica, junto a los restantes beneficios de usar un aceite corporal bio.
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