Uso histórico y popular
¿Crees que el antienvejecimiento es un fenómeno de la era moderna? Ni mucho menos. Incluso los antiguos egipcios se interesaban por tratamientos rejuvenecedores de todo tipo. En la época de Cleopatra, el aceite de almendras prensado de los granos del almendro se consideraba un verdadero éxito de ventas en los cuidados de belleza. Según la tradición, el faraón juró por el efecto del precioso líquido¹.
Pero no sólo en el antiguo Egipto el aceite de almendras se consideraba un secreto de belleza. Los antiguos romanos también utilizaban las variedades de almendra dulce y amarga como medicina y para la elaboración de productos para el cuidado de la piel.²
En la medicina popular, el aceite de almendras se ha utilizado desde la antigüedad para uso interno contra la congestión de los bronquios, las dolencias estomacales y los dolores de estómago. Aplicado externamente, se dice que ayuda contra el enrojecimiento de la piel, la caspa y la caída del cabello y a contrarrestar las irritaciones cutáneas.