¿Por qué no consigues tus propósitos de año nuevo?
Cada año, por estas fechas, hacemos nuestra lista de buenos propósitos y, cada año, a las pocas semanas, ya nos hemos olvidado de lo que nos habíamos propuesto. La cuestión es que muchas veces nos hacemos una lista de buenos propósitos demasiado larga, que contiene los mismos objetivos del año anterior o que es poco realista, con lo que pronto cae en el olvido.
Claves para conseguir tus buenos propósitos de año nuevo
Si eres de las que tienen una larga lista de sueños por cumplir, que se va ampliando cada año, haz una lista corta, muy corta, lo más corta que puedas. Tacha todas aquellas metas que no sean esenciales. Deja unos pocos objetivos y pasa al siguiente punto.
Repasa ahora de nuevo la lista. ¿Cuántos de esos buenos propósitos ya estaban en tu lista el año pasado? ¿Cuántos de ellos estaban también el anterior y también el otro? ¿De verdad son objetivos que tienes tú o son algún tipo de autoimposición o de obligación social? Intenta sentir si de verdad parten de tu corazón o de alguna necesidad tuya y, si no es así, táchalos de la lista.
Y, por último, ¿te has planteado una meta inalcanzable o un objetivo realista? Define bien tus buenos propósitos: ¿qué quieres conseguir? Y traza un mapa de cómo vas a llegar a conseguirlo. ¿Qué pasos intermedios necesitas dar? ¿Cuánto tiempo vas a tardar?
Una vez hecho esto, haz una lista con los objetivos y cuélgala en un lugar donde puedas verla cada día. Márcate fechas en el calendario para comprobar cómo has evolucionado al respecto de tus objetivos.
Por ejemplo, si uno de tus objetivos es comer más sano, valora primero de qué situación partes. ¿Comes en casa, de restaurante o te llevas la fiambrera al trabajo? ¿Cómo es tu carro de la compra: predominan las frutas y verduras o los alimentos procesados? ¿Cómo son tus meriendas o tus picoteos? ¿Consumes alcohol en las comidas, fuera de ellas, de forma habitual o de forma esporádica? ¿Por qué quieres comer más saludable? Porque te han dicho que tienes colesterol o porque estás ganando peso. Una vez hecho el mapa, define unos hitos que te permitan comprobar que vas por el buen camino.
Pide ayuda, si es necesario
Hace tiempo que venimos oyendo que podemos conseguir cualquier cosa que queramos si nos esforzamos y lo deseamos de verdad. ¡Ojalá fuese tan fácil! Pero nuestra experiencia nos dice que eso no funciona exactamente así, que cada día, cada mes y cada año nos atascamos en los mismos puntos y tropezamos con las mismas piedras. Así somos.
Perder peso, dejar de fumar, aprender inglés, hacer deporte, cambiar de trabajo… son algunos de los objetivos que suelen aparecer en las listas de buenos propósitos. Para todos ellos podemos pedirle ayuda a un profesional especializado para que nos guie a la hora de trazar el camino, nos haga un seguimiento y nos acompañe a conseguir nuestra meta.
No te de vergüenza, pedir ayuda no te hace más débil, al contrario, es una prueba de tu determinación para lograr lo que te has propuesto. Este año sí que vas a cumplir tus buenos propósitos.