Nos hemos acostumbrado a vivir rodeados de infinidad de ruidos y sonidos altos que, en muchas ocasiones superan los decibelios recomendados y se convierten en un riesgo para nuestra salud.


La exposición a esta contaminación acústica excesiva puede ser la causa de problemas de sueño, enfermedades cardiovasculares, una presión arterial elevada, el estrés e, incluso, problemas con el tránsito intestinal trastornos digestivos. Además, no debemos olvidar que un exceso de ruido perjudica a nuestro cerebro mermando nuestra capacidad de concentración y de memoria.


Pocas veces tenemos la oportunidad de disfrutar de momentos de calma total y casi hemos olvidado cómo es el “sonido del silencio” y, aunque cueste de creer, hemos pasado por alto los múltiples beneficios que el silencio nos ofrece para nuestro cuerpo, mente y, sobretodo, nuestro desarrollo como personas.


Enmascarar el silencio

Acostumbrados al ruido observamos que el problema con el silencio es que muchas personas tienen la necesidad de “llenar” el vacío que deja el silencio con música, un televisor de fondo o cualquier tipo de ruido que rompa con la monotonía y ayude a sentir compañía ya que, en muchas ocasiones, el silencio es sinónimo de soledad y, por tanto, llega a desconcertar, e incluso, asusta.


Parece que hemos olvidado que disfrutar de momentos de silencio en nuestro día a día puede ser altamente recomendable ya que el silencio posee un tipo de energía inigualable, poderosa y calmante.


Nada consigue calmar más al cuerpo y a la mente que un minuto de silencio. De hecho, la ciencia ha demostrado que ni el sonido más relajante del mundo puede mejorar los beneficios que nos ofrece el silencio.


Beneficios del silencio

El silencio, además de la ausencia de ruido, es ese momento mágico en el que el cerebro se relaja y puede resetearse ayudando así a combatir el insomnio y otros problemas de sueño.



Aquí tienes algunos ejemplos de cómo el silencio puede ayudar a lograr la armonía entre cuerpo y mente. El silencio:


  • Relaja tu mente 
  • Alivia el estrés y reduce los niveles de ansiedad
  • Estabiliza tu tensión arterial 
  • Suaviza los dolores de cabeza
  • Refuerza el sistema inmunológico
  • Mejora el estado de ánimo 


10 minutos al día son suficientes

Los beneficios del silencio son múltiples y pueden ayudarnos a gestionar ciertas situaciones estresantes y que desbordan nuestras emociones.


Con tan solo 10 minutos al día disfrutando de la magia del silencio podremos recuperar la paz interior y gestionar así las tensiones del día a día. No es necesario aislarse del mundo ni desaparecer hacia un lugar remoto para disfrutar de esos momentos de paz.


Para poder disfrutar de esos 10 minutos de paz y calma solo debes buscar el momento idóneo para ti y practicar un poco de mindfulness. Puedes hacerlo en casa, durante un baño relajante dando un paseo introspectivo o, incluso antes de irte a dormir.