Cómo hacer un masaje relajante
Cómo hacer un masaje relajante
Relajación y sueño

Cómo hacer un masaje relajante

Una de las sensaciones más agradables que existen es recibir, tras un día intenso, un masaje relajante que mime nuestro cuerpo e invite a nuestra mente a la calma y el relax.


Los beneficios de un masaje relajante son tantos que pueden aliviar dolencias y facilitar el descanso, ya que si se efectúa de forma correcta, consigue liberar el estrés en cuestión de minutos.

Si deseas realizar un masaje relajante, presta atención a los consejos que te ofrecemos para que resulte gratificante y aporte el máximo bienestar a la persona que lo recibe.


Un ambiente adecuado

El primer paso para garantizar que el masaje logre su objetivo es preparar un ambiente adecuado para que todo el entorno invite al relax. Es sencillo siguiendo estas pautas:


  1. Elige un lugar cómodo. Lo ideal es que la persona pueda estar tendida, ya que la misma postura favorecerá que el cuerpo abandone el estado de tensión y se preste al masaje.
  2. Luz tenue. La luz debe ser moderada, ya que la baja tonalidad de luz indica al cerebro que debe relajarse, por lo cual al cuerpo le será mucho más fácil.
  3. Música relajante para masajes. Al igual que la luz, la música ejerce un efecto inmediato sobre nuestra mente y nuestras emociones. Procura que sea música ambiental sin cambios bruscos, para no romper el ambiente de calma.
  4. Temperatura adecuada. El ambiente debe tener una temperatura óptima, ya que es difícil relajarse si hace demasiado frío o calor.
  5. Aroma agradable. El olfato también juega un papel fundamental. Elige siempre fragancias suaves que perfumen delicadamente la estancia sin sobrecargar. 

Técnica para un masaje relajante perfecto

Tan importante como preparar convenientemente el entorno es aplicar los consejos que te compartimos para un masaje realmente efectivo que logre relajar cuerpo y mente.


  1. Aplica loción, crema o aceites esenciales. Para hacer un buen masaje, las manos deben deslizarse suavemente por la piel. Aplicar una loción, crema o aceite esencial, facilitará esta labor y sus activos serán absorbidos por la piel, que se nutrirá y disfrutará de todos sus beneficios. La loción corporal Balancing con aceites esenciales de lavandarelaja el cuerpo y la mente, dejando la piel hidratada, por lo que es una excelente elección a la hora de realizar un masaje relajante. Para facilitar aún más la adaptación en épocas de estrés, Kneipp Stress Balance es un comprimido bicapa a base de plantas, como la Rhodiola, que ayuda a incrementar la resistencia física y emocional, ideal para hacer frente a los episodios de estrés pasajeros, además de contener vitaminas y minerales.
  2. Contacto continuo. Una vez comiences el masaje, tus manos deben permanecer en contacto permanente con la piel de la persona que lo recibe, creando sensación de continuidad para favorecer la relajación. No olvides calentar la loción entre tus manos, frotándolas, antes de comenzar para que no esté demasiado fría.
  3. Ritmo lento y constante. Es fundamental mantener un ritmo lento y constante durante el tiempo que dure el masaje. Favorecerá que la respiración de quien lo recibe se ralentice y, por tanto, se relaje.
  4. Presión sin dolor. Para que el masaje resulte aún más efectivo es necesario ejercer cierta presión en algunas zonas, pero siempre con delicadeza, sin provocar dolor, ya que el cuerpo se tensaría inmediatamente, logrando un efecto contrario al deseado. Utiliza la mano entera para realizar el deslizamiento y emplea los pulgares cuando quieras realizar presión.
  5. No tengas prisa. Si pretendes que la persona que recibe el masaje se relaje, también tú debes estar lo más relajado o relajada posible, ya que inconscientemente lo transmitirás. No tengas prisa, dedica a cada zona un tiempo adecuado (de tres a cinco minutos cada una) y disfruta del proceso, pon esmero en cada movimiento y respira pausadamente.


Y ahora que ya conoces nuestros consejos, ¿te atreves a ponerlos en práctica?


¡No lo dudes y ponte manos a la obra!