Con el verano llegan las altas temperaturas, las vacaciones y el relax. Disponemos de más tiempo libre para el ocio y, como no, también para el descanso y una merecida siesta tras una fresca comida estival. Y como cada año, surge de nuevo la polémica sobre la conveniencia o no de dejarnos llevar a los brazos de Morfeo tras la sobremesa.


¿Qué dicen los expertos?

Hay muchos estudios que avalan los beneficios de dormir la siesta, entre ellos, un estudio de la NASA ha demostrado que dormir la siesta durante 40 minutos es beneficioso para el cuerpo y la mente, siempre y cuando se cumpla con algunos parámetros, a fin de no trastocar el reloj biológico. Tras la comida el organismo necesita reposo para realizar sus funciones, ya que las neuronas “se desconectan”, siendo este el motivo por el que una siesta nos sienta de maravilla pero, ¿cómo debe ser la siesta perfecta? Lo ideal es que el tiempo no exceda de los 45 minutos, ya que si sobrepasamos el tiempo indicado se pueden ver afectados los ciclos de sueño y vigilia, por lo que nos costaría más conciliar el sueño nocturno. También es conveniente que este breve descanso no sea en la cama, sino en el sofá o algún sillón cómodo, y preferentemente entre las 15:00 y las 17:00 horas, ya que en esta franja horaria se producen cambios en los ritmos circadianos.


En definitiva, para disfrutar de todos los beneficios de la siesta, su duración debe ser breve, en un lugar cómodo y en el horario adecuado.


Beneficios de dormir la siesta

Si se siguen las pautas indicadas, la siesta puede aportarnos muchos beneficios a todos los niveles, entre los que se encuentran los siguientes:


  1. Te sentirás más optimista. Tras una breve siesta te sentirás mejor y verás las cosas de forma más positiva. Esto es debido a los efectos de la serotonina que segregamos durante el sueño. Bastarán unos minutos de sueño profundo y notarás los efectos al despertar.
  2. Tendrás menos estrés. Esto es debido a que el descanso hace descender los niveles de cortisol, la hormona del estrés, por lo que tras una siesta, el resto del día te resultará más liviano.
  3. Conseguirás mejorar tu atención. Tras un breve descanso comprobarás que tu mente está más despejada, por lo que te será mucho más fácil concentrarte en cualquier tarea que lo requiera y tu nivel de atención mejorará de forma considerable.
  4. Aumentará tu capacidad de aprendizaje. Una breve siesta conseguirá que mejore significativamente tu sistema cognitivo y tu memoria, haciendo que te resulte más fácil fijar cualquier conocimiento. Esto se debe a que esos minutos de descanso sirven para “resetear” la mente y devolverle un estado óptimo.
  5. Estarás más creativo o creativa. Tu mente estará despejada y despierta, lista para ofrecerte sus mejores ideas en cualquier tema que lo precises.
  6. Ayudarás a mantener en forma tu corazón. Cuando el cuerpo descansa el corazón se recupera de los esfuerzos realizados en las tareas cotidianas, por eso al dormir la siesta estás favoreciendo el mejor funcionamiento de tu sistema cardiovascular.

Como verás son muchos los motivos para dormir la siesta en verano, aunque tampoco conviene excederse para facilitar el descanso nocturno. Si has dormido una siesta demasiado larga o te cuesta conciliar el sueño, puedes contar con la ayuda de Sueño Complet (60), un mini comprimido bicapa que libera melatonina para inducir al sueño y mejorar la calidad del descanso.