A la hora de evaluar las materias primas renovables, nos centramos sobre todo en los siguientes aspectos:
- ¿De dónde procede la materia prima?
- ¿En qué medida se cultiva de forma sostenible?
- ¿Qué métodos se utilizan para la recolección?
- ¿Cuáles son las condiciones de trabajo in situ?
- ¿Está disponible la materia prima en cantidades suficientes o corre peligro su suministro?
- ¿Se tiene cuidado de proteger la biodiversidad durante el cultivo y la recolección?
Sin embargo, los aspectos de sostenibilidad no son los únicos criterios para las plantas e ingredientes que utilizamos. También somos muy exigentes con la calidad y la compatibilidad. No es un trabajo fácil para nuestros responsables de compras.