En Kneipp creemos firmemente que todas las personas tienen el mismo valor y los mismos derechos, independientemente de su origen étnico y nacionalidad, edad, identidad de género, orientación sexual, capacidades físicas y mentales, creencias religiosas y origen social. En resumen, valoramos a cada persona en su singularidad.
Nuestras acciones como empresa se guían por esta actitud. Esto se aplica a nosotros como equipo Kneipp, a nuestro trabajo diario y a nuestra colaboración con socios a lo largo de la cadena de valor.
Por supuesto, cumplimos las leyes y normativas nacionales e internacionales. Entre ellas cabe destacar
- la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU)
- la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño
- las directrices del Pacto Mundial de las Naciones Unidas
- las Líneas Directrices de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para Empresas Multinacionales
- la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo
- los convenios fundamentales de la OIT (normas fundamentales del trabajo)